2.- ¿Cómo entendemos la coherencia en el ámbito de la incidencia política?

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  • Este debate tiene 13 respuestas, 1 mensaje y ha sido actualizado por última vez el hace 7 años, 9 meses por Héctor Colunga – Mar de niebla – Asturias.
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    • #754
      Enrique Arnanz. Presidente del patronato de Fundación Esplai. Madrid
      Invitado

      Con frecuencia decimos que para tener legitimidad y credibilidad la incidencia política debe ser coherente. Nos preguntamos sobre cómo hay que entender aquí la coherencia. Y, esta coherencia, ¿nos obliga a ser alternativos? ¿Nos obliga a tener una actitud permanentemente crítica ante el poder? La coherencia, en este contexto, ¿es un principio ético que puede tener múltiples aplicaciones?

    • #776
      Marcos de Castro-Experto en economía social y solidaria. Ex presidente de Cepes-Madrid
      Invitado

      La COHERENCIA en el ámbito de la incidencia política se apoya en los siguientes puntos:

      a) si desea ser eficaz (y no desearlo sería ir contra la esencia constitutiva del TS) debe trabajar su incidencia política en planteamientos unitarios con todas las entidades del TS. Juntos son pocos para la eficacia de su trabajo político, separados y dispersos reflejarán una incidencia despreciable para los intereses dominantes, tan solo apreciable de forma puntual y anecdótica.

      b) asumiendo el punto anterior, los personalísimos protagonistas que disuelven la acción unitaria debería neutralizarse.

      c) el modelo social abarca todos los aspectos socio económicos. El TS ha de aprender a opinar y a realizar propuestas sobre todos esos aspectos que suelen ser la «argamasa» del modelo social y no sólo sobre los temas que directamente afectan a la acción del TS.

      c) estos planteamientos deben ser consistentes encuadrados en las teorías económicas dominantes, dejando el lenguaje asistencial y «lastimoso» que no suele salir de los círculos mentales que el sistema solo acepta de forma marginal.

      d) todo ello exige disciplina y rigor, no sólo en los planteamientos sino en la acción y gestión del TS

    • #798
      Manel Rullo-Barcelona-Fundación Bancaria ”la Caixa”- Área Social – Programa Personas Mayores
      Invitado

      El ser coherente es un valor por sí mismo, si ello conlleva dificultades en la incidencia política creo que se debe primar la coherencia y posicionarse a favor de un cambio en la línea política, por tanto incidir políticamente, en todo aquello que entra en contradicción con los propios principios, objetivos, o línea estratégica de las entidades. Debe entenderse que si la línea política incide hasta el punto de ir en contra de los valores y principios que defiende la entidad, dicha entidad queda, por tanto, legitimada para intentar incidir en la línea política, entendiendo siempre que la protección de los más débiles y los marginados de nuestra sociedad , sea por unas causas o por otras, debe ir más allá de la contingencia política que se esté viviendo en un determinado momento.

    • #829
      Pilar Álvazrez Arroyo-C. Asesor F. Esplai-Madrid
      Invitado

      La coherencia es posterior al compromiso. Cada ONG debe tener unos compromisos que le hacen ser quien es. Y no me refiero a objetivos aunque puede confundirse. Me explico cada objetivo, cada acción, no puede contradecir los compromisos . Por lo tanto si se quiere incidir en las políticas hay que dejar claro con los «poderes» hasta dónde se puede colaborar. Y pedirles también que sean claros y coherentes ellos también para saber qué están dispuestos a apoyar y qué no. Y luego viene el espinoso asunto de la financiación, de las subvencioones. Hay que ser realistas y conocer las posibilidades de cada cual. Esto también es ser coherentes . Por último, que duda cabe, que la unión y las posturas comunes hacen más fuerte cualquier negociación.

    • #848
      Chus Lago-Miembro Patronato F. Esplai-Vigo
      Invitado

      La coherencia tiene que ver, en mi opinión con la presencia de tus principios en todas tus acciones. En este país y concretamente en alguna comunidad autónoma, el tercer sector se dejó, por sus propios intereses, manipular por la administración. El uso de fondos públicos para el pago de servicios a entidades sociales que deberían tener carácter público, sirvió para extender un modelo pseudoprivatizado que en nada facilitó el desarrollo de una política social coherente.

      Multitud y no digo mal, de entidades de familiares de afectados por distintas tipologías de discapacidad o enfermedad montaron sus espacios de trabajo para sus afectados olvidando muchos de sus principios.

      Grandes centros, sin un mapa lógico, han dibujado un panorama desolador en los servicios sociales especializados del que sin duda el tercer sector ha sido cómplice.

      Se puede ser coherente cuando hay deudas que pagar?
      ¿Tendrían que tener las entidades sociales una financiación desvinculada del poder político?

    • #864
      Iciar- Sergas- Vigo
      Invitado

      La coherencia y la incidencia política, se que esto va a generar polémica porque tal vez tenga que ver con coherencia, tal vez no. Nos dejamos arrastrar por las corrientes neoliberales sutilmente y segregacionistas sin darnos cuenta de nuestrs objetivos. Que en cualquier organización que se precie dice eso de «trabajar para la inclusión del colectivo…bla bla bla.
      Así, tema actual que me gustaría generar debate aun que tal vez sea de otro foro ¿ POR QUÉ los grandes políticos, grandes asociaciones,libertarias,inclusivas etc. están de acuerdo en abrir comedores escolares para niños pobres? Que bonitooo….¿Estamos en la Postguerra? Que fue de los programas educativos de verano , de ocio integrador, donde se mezclaban los niños solo por edades, NO POR CLASE SOCIAL…Nos hemos olvidado de las colonias (con centros de interés educativos no solo con actividades ludicas), de las becas para que todos los niños se mezclen…COHERENCIA COHERENCIA COHERENCIA, INCIDENCIA; INCIDENCIA; INCIDENCIA ¿Qué SOCIEDAD CLASISTA estamos construyendo…?

    • #872
      Lorenzo Casellas-Grupo Copperativo Tangente-Madrid
      Invitado

      Pensar en coherencia e incidencia política en el ámbito del Tercer Sector me lleva a pensar -como parece que a alguna otra persona que ya ha participado en el foro- en la actividad económica de las entidades del Tercer Sector.

      Es evidente que en muchas ocasiones -no siempre, pero casi siempre- el despliegue de la estrategia de una entidad, el trabajo orientado hacia su misión, requiere de actividad económica. En muchas ocasiones esa actividad económica procede de organismos sobre cuyas actuaciones queremos realizar incidencia política. las entidades del TS deberían ser especialmente cuidadosas a la hora valorar las consecuencias de esa posible fuente de contradicciones.

      La respuesta no podrá ser única: ante distintas situaciones y en distintos momentos, posiblemente sea mejor actuar de maneras diferentes, pero siempre debería hacerse con conciencia de las posibles consecuencias de las propias decisiones. Una vez más, la diferencia entre intereses prácticos y estratégicos, que nos ha enseñado el feminismo, podría ayudarnos en esta toma de decisiones: ¿en qué situaciones un interés práctico puede justificar desviarnos (provisionalmente) del camino para afrontar intereses más estratégicos? ¿en qué situaciones esas desviaciones nos alejan tanto de nuestros intereses estratégicos que son inasumibles?

    • #910
      Juan Antonio Segura Lucas. Fundación Cepaim
      Invitado

      Cuando hablamos de coherencia nos estamos refiriendo a la necesaria relación entre lo que decimos y lo que hacemos, vinculando nuestros discursos con nuestras actuaciones. La coherencia es ese ejercicio de necesario equilibrio entre lo que sentimos, lo que pensamos, lo que hablamos y lo que hacemos, un equilibrio que no está muy de moda en estos tiempos que corren y que es poco practicado desde diversos ámbitos y actores sociales.

      las entidades del Tercer Sector de acción social, debemos caracterizarnos y diferenciarnos frente a otros actores sociales por la coherencia, por vincular nuestros discursos con nuestras prácticas, volviendo nuestra mirada a la misión, visión, valores y principios de nuestras organizaciones, acreditando su cumplimiento y desarrollo en todas nuestras actuaciones, pues será esta coherencia la que nos garantizará a futuro el reconocimiento, la base y el apoyo social necesarios para poder hacer incidencia política, con esa vocación de incidencia en las políticas y de transformación social.

      Debemos saber que la responsabilidad social de las entidades del Tercer Sector de acción social no viene en el ADN, no es un regalo que viene incorporado con la razón social. La responsabilidad social, la coherencia en la gestión, la ética, los valores y los principios se acreditan con nuestras políticas, con nuestras actuaciones y con nuestras prácticas. No es de recibo que defendamos el discurso del trabajo en red y no lo apliquemos en la práctica; que defendamos la participación social y sigamos llamando y considerando a los ciudadanos y ciudadanas como meros usuarios pasivos de nuestros servicios, con un nulo nivel de participación en la estructura de nuestras organizaciones, en los órganos y en la vida interna de las entidades; que apostemos por la cohesión social y la convivencia ciudadana, mientras trabajamos con un solo colectivo de atención de forma sectorial y parcelada; que apostemos por la innovación social, mientras seguimos aplicando las mismas metodologías y estrategias de intervención; que defendamos la articulación del tercer sector, mientras seguimos apostando por intereses particulares; que… Solo desde la coherencia, la ética, la transparencia, los valores y los principios tendremos el necesario reconocimiento para alcanzar los niveles de incidencia política que buscamos y necesitamos.

    • #919
      Santiago González-Asociación Diversidades-Vigo
      Invitado

      Para hablar de coherencia, conviene que nos hagamos conscientes de las tensiones que sufrimos y que son fuente de contradicciones: no sólo las derivadas de las fuentes de financiación (tanto de las públicas como de las privadas, incluyendo donantes y actividades económicas que deben ser rentables aunque no orientadas al lucro); también los modelos sociales son fuente de tensiones para nuestras organizaciones. Estamos en el centro de la tensión entre integrar a más gente de forma más eficiente en la sociedad capitalista en que vivimos (y esto forma parte de nuestra misión), entre solicitar una mayor implicación del Estado en la solución de los problemas sociales (y esto también integra nuestra misión) y buscar una sociedad más justa, más fraterna y menos agresiva con el medio ambiente, más respetuosa con las generaciones venideras. Y este último vector de nuestra misión en muchas ocasiones entra en contradicción no sólo con el primero, sino también con el segundo. Más Estado implica muchas veces modelos desarrollistas que debemos comenzar a poner en tela de juicio. Pero no es fácil proponer a las personas vulnerables o excluidas que participen de un modelo menos consumista, más austero y centrado en el decrecimiento.

    • #947
      Julio Alguacil_activista social_profesor sociología UC3
      Invitado

      La coherencia puede entenderse como el trabado de sintonías y acoples que han de producirse entre procedimientos, herramientas y objetivos. Si los objetivos para el tercer sector, por definición (en el marco de los derechos humanos y la dignidad humana), son siempre inclusivos y conllevan valores éticos, los procedimientos y herramientas deben estar en correspondencia con los objetivos. Siempre se enmarcan en la inclusión y ésta precisa de la aplicación de metodologías participativas y una reflexión y evaluación continua.

    • #988
      Tomás R. Villasante_profesor jubilado de la UCM y miembro de la Red CIMAS
      Invitado

      La coherencia no debe ser tan solo una actitud comprometida, sino también unos mecanismos de auto-crítica y de crítica desde fuera, para no quedarse en bonitas declaraciones. Nos solidarizamos con los de abajo ¿porque aprendemos de ellos algo, o solo porque les enseñamos o ayudamos? ¿Quién ayuda a quién? ¿Podemos concretar en que se aprecia la «ayuda mutua»? Debe haber mecanismos concretos para verificar si hay «construcción colectiva» de los procesos.
      Creo que hay que desconfiar de las actitudes que no aprovechan y aprenden de los valores y creatividades de los de abajo, pues hay mucho elitismo de los de arriba disfrazado de buena conciencia que quiere ayudar, sin querer aprender a cambio, sin apreciar lo que de positivo hay dentro de las contradicciones que todas y todos tenemos.

    • #1006
      Amparo Moreno- Consejo Asesor F. Esplai Valencia
      Invitado

      La coherencia entre lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos es algo imprescindible para ir por la vida. Es algo que nos identifica como personas. Las entidades del Tercer Sector están conformadas por personas unidas por unos principios, valores y objetivos. Son estos principios y valores los que nos tienen que guiar en nuestras actuaciones, independientemente de las diferentes opiniones que lógicamente tenemos en el seno de cualquier entidad, a la hora de ponerlos en práctica. El día a día de las entidades, la gestión de los programas, la tramitación de subvenciones, la coordinación con otras entidades, con la administración, ocupan gran parte de nuestro tiempo. En las reuniones de las plataformas de las que formamos parte ocurre también lo mismo. Y esto nos quita tiempo para una reflexión continua sobre lo que nos identifica, sobre los principios y valores sobre los que se basa nuestra propia existencia. Solemos exigir a la administración coherencia en sus actuaciones, cuando a veces nosotros mismos no la tenemos.
      No es fácil porque, por un lado las entidades necesitamos unirnos, no podemos ir en solitario. Por otro, ello supone la suma de diferentes formas de funcionar. Los principios y valores básicos tanto de las entidades como de las plataformas de las que formamos parte son lo que nos une y lo que debemos creernos, respetar y lo que nos debe orientar en nuestras actuaciones.
      Si el Tercer Sector es coherente con los principios inspiradores de su propia existencia seremos una fuerza importante en la sociedad. Opiniones de este foro señalan como, a veces, nuestras acciones entran en contradicción con estos principios y valores.
      Si cuidamos esta coherencia, no hay que preocuparse por nuestra incidencia política. Nuestras manifestaciones, nuestras actuaciones necesariamente tendrán esta incidencia, no podrá ser de otra manera, porque nuestros principios, nuestros valores, nuestros objetivos para conseguir una sociedad mas justa ya inciden políticamente.

    • #1008
      Mariana Vazquez-Fundadora del observatorio del derecho a la vivienda México
      Invitado

      La coherencia considero que se dará siempre que como tercer sector mantengamos los objetivos de incidencia en referencia al bien común. Si tenemos en nuestras alianzas y negociaciones, el constante compromiso con el bien común a diferencia de los bienes individuales de nuestras entidades o personas mantendremos una coherencia general. Otro ámbito es también ser coherente con los temas y el alcance de la organización, no necesariamente corresponde incidir en todo, sino en aquello que coincida con los valores y principios de la entidad.

    • #1030
      Héctor Colunga – Mar de niebla – Asturias
      Invitado

      Muy buenas,

      Gran término la coherencia… es casi Trending Topic en el Tercer Sector al nivel de participación. Entendamos de mano que vivimos en un mundo incoherente… la incoherencia nos rodea y la practicamos a nivel individual y colectivo. Lo que decimos que somos y hacemos en muchas ocasiones choca con lo que acabamos haciendo o el impacto de lo que queremos. Y no pasa nada por entender esto. Es más, es una gran liberación.
      Teniendo este punto de partida, entiendo que es más fácil trabajar la coherencia. Como se apuntaba en el foro en la primera pregunta, es incoherente hablar de entidades/tercer sector y desligarlo de incidencia política.
      – Primero, por que queriendo o no, con consciencia o no, hacemos incidencia política.
      – Segundo, si entendemos incidencia política como un concepto más desarrollado en el que hacemos estrategia, buscamos transformar y entendemos que nuestra acción busca remover algo… no cabe lugar que lo más coherente es practicarla.

      Ahora bien, aquí entran los miedos (económicos, de sostenibilidad, de representatividad…), la visión que tenemos de incidencia, entender sólo incidencia hacia «arriba»…

      Si creemos que la magia que tiene nuestra época es la posiblidad de redistribuir el poder, la capacidad de hacer y de construir… y ese «participar» en los espacios públicos es una de las primeras exigencias que el TS vertebrado tiene… ¿somos coherentes cediendo nuestro «pequeño poder» como entidades en las comunidades en las que estamos, con los colectivos que estamos…?

      Yo entiendo que lo coherente es tener clara tu esencia, tu misión… cómo construyes tu visión y como trabajas tus valores… con todo esto, nuestra acción y nuestra incidencia tendrán un alcance mayor. Ser críticos con nosotros mismos; preguntarnos y repreguntarnos; contrastar; acompañar y dejar que la gente diga y construya; saber decir que no… todo esto, son prácticas muy recomendables para ser un poquito más coherentes desde nuestras organizaciones.

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