1.- ¿Debe ser la incidencia política un elemento esencial para las entidades?

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  • Este debate tiene 26 respuestas, 1 mensaje y ha sido actualizado por última vez el hace 7 años, 9 meses por Héctor Colunga – Mar de niebla – Asturias.
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    • #755
      Enrique Arnanz. Presidente del patronato de Fundación Esplai. Madrid
      Invitado

      Nos preguntamos sobre si en el momento actual, hoy y ahora, las entidades del Tercer Sector deben incluir la incidencia política como elemento esencial en sus programas de acción. Y ¿Por qué?

    • #777
      Marcos de Castro-Experto en economía social y solidaria. Ex presidente de Cepes-Madrid
      Invitado

      Sí, debe serlo. Las entidades del Tercer Sector (TS) nacen para paliar deficiencias del modelo social que tienen relación con la inequidad y la exclusión social. De forma que si el modelo social no fuera excluyente y todas las personas tuvieran asegurado su espacio, con independencia de sus condiciones personales, el TS no habría surgido. Pues nace desde la creatividad y solidaridad social que busca soluciones donde el sistema genera desgarro social.

      Admitido lo anterior como «tesis» de principio, si el TS se limita a actuar paliativamente en los problemas sociales se convierte a sí mismo en mecanismo complementario de un sistema injusto socialmente e ineficaz para cambiar ese sistema.

      La acción paliativa es imprescindible, pero igualmente lo es la presión política (incidencia política) para que las políticas públicas reguladoras de ese sistema se corrijan a favor del modelo social que se persigue. El TS debe estar allá donde existen «platos rotos» pero también ha de estar en las mesas donde se construyen las políticas públicas para que haya los menos «platos rotos» posibles. No hacerlo así significaría que el TS asume una tarea marginal en la construcción del modelo social y acepta que ese modelo social se construya desde otros intereses no siempre acordes con la cohesión y equidad social.

    • #783
      Sonia Fuertes_Taula Tercer sector_Barcelona
      Invitado

      Sin duda la incidencia política ha de ser uno de los ejes de actuación de las entidades sociales y esta ha de entenderse en un sentido amplio, de participación en todos los momentos del ciclo de políticas públicas. Desde la detección de necesidades y la introducción de temas en la agenda política hasta la implementación y la contribución para mejorar la evaluación. Son tiempos para colaborar, cooperar y coproducir desde la independencia del tercer sector social.

    • #784
      Miguel García Aya- Patronato F. Esplai-Valencia
      Invitado

      Creo que las entidades son sujetos políticos y como tales deben manifestarse y actuar.
      Su capacidad de influencia puede ser importante y como elementos activos de progreso deben aspirar a conseguir objetivos generales de confluencia para la mejora de la sociedad y de las personas en cuanto a igualdad, oportunidades e integración.
      Las entidades deben mantener su independencia de los partidos y gobiernos. Su posibilidad está en su capacidad de propuestas y de generar espacios. Si se ocupan de colaborar en donde la administración no llega ¿por qué no pensar en ocupar territorios de representación que los partidos olvidan?.
      La influencia que es precisa puede ser una aspiración insuficiente.
      La pregunta es si las entidades pueden ser y estar preparadas para ser actores políticos.
      Puede haber miedos a perder la dependencia y los vínculos. La sociedad tampoco percibe la participación asociativa como una necesidad de organización civil.
      En el momento actual es importante observar la evolución de los partidos y de los movimientos sociales en su organización.

    • #792
      Rafael Lamata-Escuela Animación C.Madrid
      Invitado

      Mi respuesta es que sí.
      En un sentido básico, no puede ser de otra manera. Toda acción es política y está promoviendo valores concretos.
      Si se refiere a una voluntad política, comunitaria, de trabajo global, más allá de la acción concreta que se desarrolle, también creo que sí. Que la voluntad de incidencia política debería estar presente en las organizaciones. Cualquier ámbito de intervención específico se situa en un contexto poítico y para mejorar la situación de (infancia, juventud, medio ambiente…), es necesario trabajar sobre ese contexto.
      Una cuestión diferente es la identificación con un partido político en concreto. Eso creo que restaría independencia a las organizaciones sociales cuyo valor está justamente en generar acción y reflexión desde la realidad concreta en la que está trabajando.
      Así que mi opinión es que la «la incidencia política es esencial para las entidades» pero sin la necesidad de (como organización) vincularse a un partido concreto.

    • #799
      Manel Rullo-Barcelona-Fundación Bancaria ”la Caixa”- Área Social – Programa Personas Mayores
      Invitado

      Esencial , creo que no, aunque sí un elemento a tener en cuenta, y según sus objetivos, un elemento indisociable en su línea estratégica y planificación. Esto hoy en día.

    • #815
      Elvira Aliaga González-Albo, Fundación Esplai
      Invitado

      Las entidades del Tercer Sector sí deben ocuparse de hacer incidencia política en diferentes ámbitos: tanto en lo que tiene que ver más con la sensibilización social, como en intentar influir en la toma de decisiones de los gobiernos de cada momento. En su trabajo cotidiano las entidades entran en contacto con realidades concretas, detectan necesidades e inquietudes sociales y, además, tienen propuestas de cambio y de mejora que, en muchos de los casos, no pueden abordar solas.

    • #816
      Chus Lago-Patronato F. Esplai_Vigo
      Invitado

      En mi opinión la entidades del TS como organizaciones pegadas a la realidad social debieran hacer incidencia política ya por el mero hecho de existir. las administraciones, parlamentos, no pueden estar de espalda a los movimientos sociales. Para avanzar en la vida pública es necesario saber cuales son las neecsidades de la comunidad, solo así la política tiene sentido. Promover iniciativas legislativas, cambios en el enfoque de políticas públicas, respuestas a nuevas necesidades, entre otras, son parte de las funciones del T.S.

    • #819
      Iciar- Sergas-Vigo
      Invitado

      Claro que SI. Todas las entidades hacen incidencia política. Hay que dejarse de términos «politicamente correctos» y tener claro que siempre que nos movemos en un sentido u otro tenemos incidencia. Lo que tendríamos que reflexionar es que tipo de incidencia queremos tener y evaluar muy bien cuando actuamos, las consecuencias políticas de nuestro proyectos. Cuando las situaciones nos desbordan, las organizaciones y entidades, a veces parecemos pollos sin cabeza, mucha accion, mucha actividad…Pero ¿NUESTRA MISION? ¿NUESTRA FINALIDAD?

    • #827
      Pilar Álvarez Arroyo-C. Asesor F. Esplai-Madrid
      Invitado

      No creo que a nadie se le ocurra en la actual situación de España . de Europa y del mundo que las organizaciones sociales no tienen que tener un papel en la política. Son aquellos organizaciones ciudadanas que en una democracia ejercen de intermediarios entre los que se encuentran en la márgenes de la sociedad o en situación precaria que les hace candidatos a ella.

    • #871
      Lorenzo Casellas-Grupo cooperativo Tangente-Madrid
      Invitado

      Entiendo que lo es. Digamos que podríamos distinguir 4 áreas fundamentales de acción de las entidades del Tercer Sector:
      . la incidencia política
      . la autoorganización para la satisfacción de necesidades de sus propias socias
      . la prestación de apoyos a personas que no necesariamente son socias de la entidad
      . la gestión de servicios públicos.

      Cada entidad del Tercer Sector podría reflexionar sobre el peso que desea que tenga cada una de estas cuatro áreas de acción en el conjunto de su actividad. La decisión, por supuesto en continua revisión, debería ser coherente con la estrategia de la organización y especialmente con su misión y sus valores. El mayor o menor peso de cada área tendrá implicaciones en su relación con la sociedad en general y con las administraciones en particular.

    • #885
      Antonio Llorente- LA RUECA Asociación
      Invitado

      Taxativamente SÍ. Claro que las entidades que conformamos el Tercer Sector debemos hacer incidencia política. Hacemos Política Social y estamos desde la médula involucradas en la misma. Nuestra Misión es la transformación social, positiva obviamente. Claro está que la responsabilidad es pública, de la res pública, de la Administración y sus gobernantes.; pero el TS queremos y debemos ser coresponsables con la mejora de la sociedad. Sin olvidar que nuestro centro son las personas (en situación desfavorable, primordialmente)
      Sin embargo la escasa base social que ostentamos y el poco recorrido en estas lides, nos limitan en la identificación de ser verdaderos interlocutores sociales; pero ser somos y querer ahí estamos: enfoque positivo/despliegue deficitario

    • #891
      Juan Sánchez- Equipo técnico F. esplai-Madrid
      Invitado

      Yo creo que es un elemento sustancial de cualquier organización del tercer sector de acción social. Me gustó mucho cómo lo expresa Pau Vidal cuando nos entrevistamos y me siento reflajado «la incidencia política es una de las principales responsabilidades y ejercicios, el rol del tercer sector es soñar un mundo mejor y trabajar para hacerlo real, y una de las herramientas mejores para trabajar, para hacerlo real es implicar a los otros actores en esa visión que tu tienes de un mundo mejor, y conseguir que los marcos legislativos o organizativos, estructurales, sociales, recojan»

    • #895
      Ana Abril-Coordinadora Incidencia y comunicación de Cáritas
      Invitado

      Las organizaciones sociales acompañamos cotidianamente la realidad de personas que son expulsadas de la sociedad, que no han tenido igualdad de oportunidades, que ven negados sus derechos. En los Informes Foessa constatamos cómo aún en épocas de crecimiento y bonanza, la pobreza y la exclusión social permanecen, en un Informe presentado recientemente sobre Transmisión Intergeneracional de la pobreza, llegábamos a la conclusión de que «la pobreza se hereda». Hay causas estructurales que es necesario cambiar, hay un modelo que es necesario transformar, si queremos generar un mundo en el que todas las personas puedan vivir con dignidad y con la garantía de sus derechos.

      Por ello, la incidencia es un ámbito imprescindible del tercer sector. Acompañamos a las personas y a la vez, incidimos en las causas que generan exclusión. El tercer sector tiene el conocimiento profundo de la realidad, la legitimidad que le da su acción y la articulación para ser un actor social relevante, un interlocutor con un análisis sólido, basado en opciones desde valores imprescindibles en la sociedad, y con la capacidad de plantear propuestas.

      El compromiso con la consecución de políticas que pongan en el centro a las personas más vulnerables, con el acceso y garantía de los derechos humanos para todas las personas, es algo inherente a las entidades sociales.

    • #899
      Mar Amate-Directora Plataforma de Voluntariado de España
      Invitado

      La respuesta por mi parte es sí, desde luego que las entidades del Tercer Sector deben hacer incidiencia política. De hecho las entidades hacemos política, no partidista pero desde luego que en nuestras misiones, visiones y planes estratégicos estamos definiendo un modelo de sociedad que pretendemos alcanzar. No obstante esta afirmación no está exenta de múltiples complicaciones y trabas que en el día a día hacen o poco visible esta incidencia, o el «despiste» de las organizaciones sobre ella.

      Hacer incidencia política implica visionar una sociedad de una determinada manera, en la que decidimos que papel juegan las personas y como queremos que vivan. Esto está, obligatoriamente unido a una continua reflexión sobre cómo deben actuar todos los agentes sociales para incidir en esta construcción social. El hacer de las organizaciones hace que en muchas ocasiones este pensamiento, reflexión y planteamiento de acciones pase a un segundo o tercer lugar, y nos centremos en actuar sobre las situaciones, denunciando que son injustas pero actuando de forma exclusivamente paliativa.

      Otro aspecto sobre la incidencia que creo que hay que tener muy en cuenta, es que las entidades carecemos de una visión global de las problemáticas sociales, nos centramos en nuestros ámbitos y colectivos de actuación, cuidamos los lenguajes y actitudes en estos ámbitos, pero no nos preocupamos en invertir en esta visión más global. No nos estamos preocupando de ver y conocer otras diversidades, y esto nos sitúa en una posición débil de incidencia, ya que ésto nos lleva a competir con otras entidades por los recursos, pretendiendo que nuestra causa sea la más importante en detrimento de otras.

    • #903
      J. Antonio Segura Lucas-Fundación Cepaim
      Invitado

      Con absoluta nitidez la respuesta es afirmativa. La acción social debe ser transformadora de realidades sociales injustas, incidiendo no solo sobre las consecuencias de las situaciones de pobreza y exclusión social, sino también y de forma complementaria sobre la identificación y abordaje colectivo de sus causas. Si nos limitamos a trabajar sobre las consecuencias estaremos apostando por un modelo de acción social básicamente asistencialista, mientras que si de forma complementaria abordamos las causas estaremos apostando por la transformación social como objetivo, la participación social y la acción comunitaria como estrategia de intervención.

      Podemos y debemos hacer compatible nuestra función prestadora de servicios en coordinación con las administraciones públicas, con nuestra función de agente que incide en los territorios en los procesos de transformación social y ello solo será viable en la medida que contemos con capacidad de incidencia política, tanto como sector articulado en redes y plataformas, como a nivel de entidad en nuestras planificaciones estratégicas, apostando por la incorporación de los principios de la Gobernanza democrática en la definición de las políticas sociales, de tal forma que alcancemos el reconocimiento necesario como sector que nos permita participar, no solo en la implementación de las políticas públicas, sino también en la elaboración de diagnósticos comunitarios y no solo sectoriales, en su planificación, seguimiento y evaluación.

      Nuestra capacidad de incidencia política la conseguiremos sumando posicionamientos y estrategias a varios niveles Por un lado apostando como entidades por reforzar el actual proceso de articulación del tercer sector de acción social a nivel estatal y autonómico, de forma que contemos como un agente social más, abriendo procesos estables de interlocución, diálogo y negociación con las administraciones públicas en la definición de las políticas. Por otro, reforzando nuestra base social en los territorios y en los ámbitos en los que intervenimos y el nivel de relación y alianzas territoriales con otros actores sociales, como el ámbito de la economía social y solidaria, así como con los movimientos sociales y el tejido asociativo ciudadano. Sin este respaldo y estas alianzas con otros actores no podremos alcanzar el necesario objetivo de incidencia política que debe estar en el propio ADN de nuestras entidades.

      No podemos olvidar que las entidades del tercer sector de acción social somos y nos configuramos como un actor político (no partidista), con presencia territorial y con capacidad de incidencia transformadora en los territorios o de lo contrario seremos meros gestores de servicios a la ciudadanía, sin contar con su participación.

    • #908
      Cristina Martín. Andecha, participación y trabajo comunitario
      Invitado

      Sí, debe serlo, si consideramos que en la misión y visión de nuestras entidades hay un objetivo de transformación social profunda, debemos señalar sobre las causas estructurales creadoras de desigualdad e intentar modificarlas, y eso pasa por la incidencia política.
      Podemos además, realizar trabajo de base con la población, aportando herramientas, procesos de mejora de la calidad de vida de las personas, pero sin el abordaje de esas causas estructurales de desigualdad creo que nuestro papel sería el de meros «minimizadores del daño».
      A menudo hemos tenido este debate con el posicionamiento que mantienen ciertas entidades como Cruz Roja. Lo siento pero antes las actuales condiciones materiales de vida en las que nos encontramos la neutralidad política no es posible.

    • #911
      José Javier López – EAPN-ES
      Invitado

      Por supuesto que sí. La incidencia política representa una función más de las organizaciones del Tercer Sector y un medio para para conseguir su misión. Para EAPN-ES así es y, de hecho, la incluye en su propia misión (…situar tanto la pobreza como la exclusión social en el centro de la agenda política del Estado español…).

      Sería un elemento básico cuando estamos reclamando ser un agente social reconocido y con espacio propio en los diferentes foros y órganos existentes. Pero es importante dotarnos de la legitimidad y representatividad necesaria para ejercerla a través de la necesaria articulación territorial en los diferentes niveles y de la creación de espacios internos y externos de participación que nos permitan la conexión directa con la ciudadanía.

    • #913
      Santiago González-Asociación Diversidades-Vigo
      Invitado

      Durante años hemos conjugado una incidencia política intensa, tratando de mejorar las condiciones de vida de colectivos especialmente vulnerables y de representar social y políticamente sus intereses, con la gestión de proyectos que trataban de hacer realidad, aunque fuese de forma tímida, una humanización real de la vida humana cuando se enfrenta con la precariedad y la exclusión. Son los dos pies que tenemos para andar. Si olvidamos alguna de estas dimensiones o las descalificamos (como ocurre en ocasiones) estamos dejando coja la acción de nuestras entidades.

    • #914
      Amparo Moreno-C. Asesor_ Valencia
      Invitado

      Por supuesto que sí. Las entidades del Tercer Sector surgen ante ciertas realidades sobre las que ve necesario actuar. Pero además de actuar se analizan las causas que han llevado a la situación sobre la que se quiere intervenir. No basta con hacer frente ante ciertas carencias que observamos, sino que hay que incidir sobre las causas que las provocan. En las mayoría de los casos estas causas son estructurales, tienen su origen en una mala organización de la sociedad, que genera desigualdades y situaciones injustas. La función del TS es poner de manifiesto estas realidades, actuar sobre ellas y evidenciarlas ante las Admnistraciones, sugiriendo mejoras y soluciones y requiriendo a estas que asuman la responsabilidad de intervenir sobre sus causas.

    • #915
      Marisa Gómez Crespo. Directora Plataforma de ONG de Accion Social
      Invitado

      Si debe ser y de hecho la defensa de los derechos sociales , segun estudio de el consejo de igualdad de trato y no discriminacion, esta recogida en la mision del 60% de las entidades sociales. No hay defensa de derechos sin incidencia politca , sin denuncia , sin trabajo para la transformacion social.
      El Consejo de Europa ha construido la formula para desarrollar esta incidencia por parte de la sociedad civil organizada a traves del dialogo civil.

    • #920
      Sara Carrasco-Piv Casa Encendida-Madrid
      Invitado

      Definitivamente sí. La incidencia política nos permite poner en contexto los males sociales, económicos, y medioambientales que atraviesan nuestras sociedades y por otro, es el espacio desde el cual se puede aportar hacia la transformación social desde marcos legales y estructurales.
      El Tercer Sector tiene la responsabilidad de incluir la incidencia política dentro de sus marcos de actuación ya que sin ella es fácil descontextualizar las realidades que se están tratando de paliar, o transformar. Tanto en sus acciones sociales como en sus investigaciones acumulan saberes para profundizar en las causas de estos problemas, que, si simplemente se quedan en su propio sector, serán saberes desaprovechados. Por otro lado, desde las políticas gubernamentales se pueden presentar marcos de actuación para responder a estos problemas que son absolutamente catastróficas para quienes las están atravesando pero que se justifican por discursos que mal representan estas realidades y que están lejos de transformarlas. Esto sucede y sigue sucediendo, desde la propuesta de políticas de austeridad para incentivar la inversión que se presentan como soluciones a la pobreza de los pueblos y las naciones y que tienen consecuencias opuestas como la polarización de la pobreza donde en términos simples, los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres (Oxfam). Otro ejemplo puede ser la tergiversación de la reciente masacre en Orlando donde políticos están proponiendo menos liquidez de fronteras (centrado en étnicas y religiones específicas) cuando en realidad se ha tratado de un crimen de odio de una persona homófona y misógina. En este caso lo necesario serían políticas que combatan el sexismo y la homofobia, tal y como está siendo exigido desde el Tercer Sector. Sin el posicionamiento y las declaraciones públicas de éstos, la sociedad civil se debilita frente a los discursos de políticos que no necesariamente tienen conocimiento sobre los temas para los cuales proponen soluciones.

      Por último, El Tercer Sector también tiene la responsabilidad de canalizar las voces de la ciudadanía organizada y no organizada, apoyando así a la visibilidad, reconocimiento y empoderamiento de los sectores más excluidos de nuestra sociedad.

    • #946
      Julio Alguacil_activista social_profesor sociología UC3
      Invitado

      La escasa incidencia en la política del tercer sector es una carencia grave de éste y una barrera para el empoderamiento de los ciudadanos y el desarrollo de la democracia. Son varios los factores que pueden incidir en ello: su subordinación de las instituciones, su debilidad organizativa, su fragmentación, sus contradicciones y la falta de confianza interna, las dificultades para conectar con los ciudadanos y los movimientos sociales, la fragilidad de la democracia… No obstante, si consideramos a ese un tercer sector de orientación universalista y vocación pública, que acoge la defensa y promoción de la globalidad de los derechos humanos, y la defensa y profundización de la democracia, éste está avocado a articularse y a cooperar en redes, construyendo una red de redes, una articulación que muestre, también, la consolidación de una «conciencia de sí» como actor político con capacidad de incidencia y transformación social.

    • #985
      Tomás R. Villasante_profesor jubilado de la UCM y miembro de la Red CIMAS
      Invitado

      Es curioso que, salvo quien escribe desde la Caixa, todos los demás coincidimos en la conveniencia del compromiso socio-político del sector. Y digo socio-político porque también nos diferenciamos de la vinculación con partidos determinados, aunque eso no nos quite la intención de intervenir desde abajo contra las injusticias de arriba. Ya en los eventos del 92, no solo de la conquista de América, sino de las alternativas al neo-liberalismo, Marc Nerfin afirmaba la necesidad de un Tercer Sistema. A no confundir con una tercera vía de los partidos o gobiernos, sino de un sistema más «pro-común» como ahora se viene nombrando. Construir unos espacios socio-políticos de construcción colectiva de las necesidades y las alternativas, con metodologías participativas, es un camino que ya estamos haciendo muchos y que va en expansión.

    • #997
      Elena Rodríguez, Directora de la Plataforma del Tercer Sector
      Invitado

      Sí, por supuesto. Las entidades sociales no sólo forman parte de lo social sino que constituyen en buena medida a definir el contexto de lo social. En este sentido nos consideramos parte integrante y activa de la sociedad, y en función de esta condición contribuimos a impulsar los cambios que consideramos necesarios en beneficio del interés general. Es importante, por tanto, ligar esa función de incidencia a la visión transformadora de la sociedad y al impacto sobre el común de la sociedad.

      Estos cambios sólo se pueden llevar a cabo a través de la incidencia en diferentes ámbitos, fundamentalmente el político y la Administración General del Estado, pero no hay que descuidar el hecho de que cuando hablamos de incidencia también nos estamos refiriendo al ámbito de la educación, de los medios de comunicación, de las empresas, etc… en el fondo hacer incidencia es ganarse poco a poco el reconocimiento y aceptación por parte de terceros.

    • #1005
      Andreu Cloquell_Miembro C. Asesor F. Esplai_ Coordinador programas cooperativa Jovent
      Invitado

      Rotundamente sí, debe estar en los objetivos de las entidades del Tercer Sector. Por no redundar en argumentos que ya han sido magníficamente expuestos por los compañeros de debate añadiría dos cosas. Por una parte la importancia de plantearse la incidencia como un trabajo conjunto con otras entidades del territorio donde se actúa. Y por otra parte la necesidad de trabajar líneas comunes entre todas las entidades asociadas de manera que no haya disonancias en los mensajes y maneras de actuar. Tanto los objetivos, las prioridades y los pasos a dar como el estilo y la estrategia deben estar claramente definidos previamente para que no primen los personalismos o la manera de proceder de una u otra entidad. En este sentido, las diversas redes que hay en el estado español son fundamentales para canalizar las aspiraciones y necesidades de las entidades. Desde mi experiencia, en el caso de Baleares tenemos un buen ejemplo de incidencia política generada, sobre todo en los últimos tres años, a través de la red EAPN-Illes Balears, que ha culminado con la firma por parte de todas las fuerzas políticas, de los Pactos por la Inclusión Social, consiguiéndose unos objetivos a medio plazo que no hubieran sido posibles de no haber estado asociadas las entidades.

    • #1029
      Héctor Colunga – Mar de niebla – Asturias
      Invitado

      Muy buenas a todos y todas,

      desligar incidencia política de entidades es imposible. En el momento que un grupo de personas se levantan, organizan y tratan de construir algo, están generando un impacto político (sea más intencionado o menos, sea más consciente o menos). El grupo de jóvenes que están montando en su barrio una actividad, la Asociación de Vecinos o la más grande de las entidades que podamos imaginarnos, tuvimos un origen y encontramos un espacio donde poder dar respuesta a nuestras inquietudes. Y con ese despertar, con esos primero pasos, empezamos a movernos en un espacio que iba más allá del yo… empezamos a preocuparnos y ocuparnos de la colectividad.

      Entender que la organización de la sociedad civil (tercer sector) es un elemento capital para la generación de ciudadanía y sociedad, conformando un valor clave en la construcción y protección del bien comun, es un principio que nunca debemos olvidar.

      En ocasiones la miopia de quienes ostentan responsabilidad política en instituciones públicas y la perdida de esa esencia fundacional de entidades, desdibuja el rumbo de como poder construir un mundo más digno, justo y equitativo.

      En el momento que una entidad no entiende su potencialidad y la poesía de su existencia… ¿que justifica su acción?.
      Con nuestra manera de hacer, con nuestra manera de entender nuestra existencia y nuestro desarrollo, estamos haciendo incidencia política… ahora bien… ¿hacia donde estamos dirigiendo nuestra incidencia?

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