2.¿Qué funciones y compromisos tienen los profesionales de la educación?

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  • Este debate tiene 19 respuestas, 1 mensaje y ha sido actualizado por última vez el hace 7 años, 10 meses por Joan Fuguet.
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    • #490
      Raul Manzano- Barcelona
      Invitado

      En este nuevo escenario social donde cabe tener una visión ecológica de la educación –a lo largo y a lo ancho de la vida-, donde la finalidad del proceso formativo debe ser la educación para una ciudadanía activa. El nuevo contexto donde los chicos y chicas acceden sin intermediarios a los medios de comunicación y las tecnologías de la información ha cuestionado el papel de la escuela y el maestro como fuente principal en la transmisión de conocimientos y aprendizajes.

      Nos preguntamos sobre la función específica de los profesionales de la educación en las nuevas tarea educativa de esta educación transformada.
      ¿Cuáles son los ejes prioritarios en que situamos el ejercicio de la función docente y educativa? ¿Qué compromisos debería asumir el educador (profesorado, monitores o monitoras,…? ¿Qué condiciones se requieren para ejercer esta función de manera acorde a las necesidades educativas actuales?

      ¡El debate queda abierto!

    • #550
      Heura Posada
      Invitado

      Un educador ha de saber escoltar, diferenciar i indicar camins possibles per a l’autonomia de l’alumne, adaptant-los o traduïnt-los a cada tipus d’intel·ligència per tal de potenciar les seves possibilitats d’èxit personal i de cohesió social. Tenint present la cohesió com un valor social central, haurem de frenar la competitivitat i les lluites de poder al nostre entorn, posant-nos com a exemple per a aquells a qui pretenem educar. Es tracta de fomentar la cooperació i afavorir que les persones participin des de les diverses capacitats de les que són posseïdores. Abans d’educar caldrà mirar endins, i si cal, despertar en nosaltres mateixos com a educadors, la capacitat de posar valor i admirar el treball ben fet, tant si és nostre com si és aliè. Un educador ha de ser inflexible amb la discriminació, i flexible amb l’aprenentatge. Ha d’estar humanament disponible a l’alumnat per acollir i rebre les seves observacions, malestars i queixes, amb l’interès original que l’ha portat a dedicar-se a la gestió i formació dels nens o els joves. Un cop entri en contacte amb els altres des de la cooperació amb l’entorn social, serà més senzill que pugui reestablir el vincle que hi ha entre l’home i la naturalesa, tan o més degradat que el que observem entre les relacionas humanes. L’escola i l’educació han de poder refer límits esesament obtusos en la nostra societat, compensar algunes males inèrcies, tot aliant-se amb aquelles bones pràctiques del propi entorn i produïnt un efecte viral i virtuós de transformació.

    • #554
      Carles Barba – Fundesplai – El Prat de Llobregat
      Invitado

      Benvolguda Heura. Intervinc com a reponsable del Forum. Gràcies per les teves aportacions a la qüestió del paper dels educadors en el canvi educatiu, totes pertinents i molt interessants.
      Com que al debat hi participen persones d’arreu l’Estat si ho fem en castellà la comprensió serà més fàcil per a tothom. Demano disculpes per no haver indicat més explícitament que la llengua comuna del forum és el castellà. Gràcies per la comprensió.

    • #555
      Sonia Fuertes
      Invitado

      En primer lugar, tal y como se destaca en el documento, me parece muy adecuado diferenciar la escuela de la empresa (en la misma línea que señala Christian Laval) y, por tanto, promover el talento, sea este de la naturaleza que sea (no necesariamente tecnológico, económico). Creo que un tema relevante es reivindicar las humanidades y otro tipo de saberes como el artístico. Estaría de acuerdo en la aportación de Heura en relación a las inteligencias múltiples.
      Por otra parte, hemos de ver cómo conseguimos que este aprendizaje, que evidentemente requiere de un esfuerzo, sea también ameno. Encontrar el equilibrio en un entorno de aprendizaje muy distinto al de hace 20 años atrás. La pregunta sería cómo hacer para que este entorno juegue a nuestro favor.
      El otro gran tema es para mí la ilusión que el docente ha de poner en su trabajo y no es este un comentario pueril (o no lo pretende). Es necesario que podamos creer en la educación y sus posibilidades. De no ser así resultará muy difícil posibilitar procesos de cambio.

    • #568
      Luis Aranguren Gonzalo
      Invitado

      En una sociedad de baja forma ética el educador ha de ser referente ético, es decir, que intente vivir los valores que humanizan, liberan y acercan a una sociedad justa, empezando en el aula. Está bien hablar de Mandela, por ejemplo, pero el educador está más cerca y es más accesible.
      El educador debe comprometerse en el acompañamiento al alumnado ejerciendo el verdadero educere, extrayendo socráticamente lo mejor de cada cual. Sin duda, las inteligencias múltiples nos ayudan a descubrir en qué es bueno cada persona más allá de las expectativas «normales» vinculadas al éxito profesional convencional. El dato de la diversidad (étnica, religiosa, geográfica, intelectual, sexual, etc.) nos ayuda a no homogeneizar y sí a singularizar las capacidades de cada persona.La diversidad se convierte, de este modo, en lugar pedagógico desde el cual actuar en un proceso de aprendizaje-enseñanza que apenas cuenta con guión.
      El educador es mediador entre el alumnado y el mundo en el que vive. Actúa como un «entre» creador de espacios de encuentro y de diálogo entre el alumnado y del alumnado con el mundo. Ayuda a leer e interpretar este mundo en que vivimos, un mundo que en el campo de los adolescentes y jóvenes se denomina con frecuencia como «sin futuro». En este sentido, y sin caer en angelismos, al educador le compete rescatar e identificar los inéditos viables que se esconden en la realidad y que pueden ser apropiados por los chavales en su formación, expectativas laborales, generación de inquietudes sociales, artísticas, culturales, etc. Para ello, ahora más que nunca, el educador debe comprometerse con fomentar la curiosidad, la pregunta, la búsqueda personal.
      El educador debe comprometerse en el tiempo del siglo XXI a ritmo tecnológico donde prima la instantaneidad (y en el que viven sumergidos los chavales y chavalas), sin perder de vista que la educación se fragua a fuego lento. Ambas instancias son difíciles de integrar. Sin duda, el fuego lento se erige como una referencia contracultural que busca arañar pausa y desarrollo a escala humana en medio de una aceleración histórica que amenaza con desquiciarnos.

    • #590
      Josechu Ferreras Tomé
      Invitado

      Por lo leido hasta ahora y aportando algo más, un o una «SuperProfe» o SuperMonitor» tendría que SER, entre otras cosas: referente, modelo, «buena persona», respetuoso con las diferencias, acompañante y mediador, comprometido con su profesión y feliz ejerciendola, capaz de captar el talento del alumnado, inquieto por alguna materia o conocimiento, atento y preocupado por la evolución del mundo en el que vivimos y por el futuro, entrenado en el manejo del aprendizaje en Red, etc.

    • #593
      Carles Barba – Fundesplai – El Prat de Llobregat
      Invitado

      De acuerdo con todo lo dicho, añado una idea, complementaria: Dar confianza, reforzar la autoestima y sobretodo, no rebajar las expectativas personales, especialmente con aquellos que viven en entornos complicados y con historias personales complejas. Si no encuentran esto en los educadores difícilmente lo hallarán en otros lugares.

    • #599
      Virginia
      Invitado

      Decía Albert Einstein Yo no enseño a mis alumnos, solo les proporciono las condiciones en las que puedan aprender.
      Para mi…que en general me adhiero a todo lo aportado en las intervenciones anteriores, la función más importante de un educador o profesor es la de motivar al aprendizaje… como alguien que riega una planta que tiene la capacidad de crecer y fortalecerse por sí misma, pero que necesita las condiciones óptimas y alguien o algo que la riegue períodicamente.
      Reforzar la autoestima como decía Carles, es fundamental, sobre todo en entornos o con jóvenes con especiales dificultades. Hacerles creer que ellos/as también pueden, que a pesar de las circunstancias gran parte de sus posibilidades de salir adelante con éxito dependen de ellos/as mismos/as y de su propio esfuerzo, confianza, motivación y determinación.
      Por otro lado, creo que sin dejar de ser muy cierto y sobre todo sensato que el proceso de acompañamiento en el aprendizaje se haga enmarcando bien la realidad contextual del mundo de hoy, desde el papel fundamental de la tecnología en nuestra vida y sociedad, hasta las demandas del mercado laboral actual…lo que realmente importa y lo que realmente habría que identificar, potenciar y reforzar – más allá de la adquisición de competencias ajustadas a todo lo anterior, que también – son las motivaciones y sobre todo habilidades o talentos innatos, e intereses particulares que toda persona tiene y que muchas veces no se desarrollan por falta de identificación y/o por falta de refuerzo desde los agentes externos (familia, educadores, entorno en general…).
      Como también decía Albert Einstein (y así termino como empiezo) Todos somos genios. Pero si juzgas a un pez por su capacidad de trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil

    • #605
      Anabel Pérez- Fundación Epslai- Barcelona
      Invitado

      De acuerdo con las aportaciones de tod@s vosotr@s, me gustaría añadir, como ejes prioritarios de los docentes lo siguiente:
      – conseguir que los alumnos sean capaces de construir su propio aprendizaje. Ahora bien, para que este aprendizaje sea significativo se tendrá que dar toda una serie de condiciones como por ejemplo: alumno motivado, profesor actuar como mediador…
      – conocer las funciones que l@s alumn@s tienen dentro del grupo clase. Es importante que el docente cree climas de respecto y de tolerancia, aumentando la cooperación y la colaboración entre los compañeros y así, evitando actitudes de marginación y comportamientos grabes como el bullying entre compañeros

    • #609
      Ester Collado Martínez
      Invitado

      Como ya comenta más de un compañero, creo que el profesional de la educación debería ser un referente que como objetivo principal debería tener la educación en valores por bandera, al igual que ser capaz de adaptar contenidos para el aprendizaje de cualquier persona para poder hacer una educación inclusiva, trabajar la cohesión social y el respeto.
      El profesional en este como en el resto de profesiones ha de ser vocacional, creo que es una parte fundamental,

    • #620
      Raül Manzano Tovar – Barcelona
      Invitado

      En primer lugar querría agradecer las diversas y ricas aportaciones a la temática que os estamos planteando. La verdad es que están empezando a dibujar un perfil profesional. Josechu apunta bien que cuando hacemos este ejercicio parece que tengamos que ser «superprofesionales». La verdad es que podría ser difícil y diría que hasta frustrante intentar disponer de todas las condiciones que vamos apuntando, pero creo que si que se va marcando una línea educativa interesante. Os apunto algunas ideas que he recogido para ver si podemos profundizar, desarrollar, concretar, ejemplificar…

      – En la mayoría de las intervenciones aparece la necesidad de atender la diversidad de capacidades, habilidades, intereses… hablamos de inteligencias múltiples ¿Cómo lo afrontamos o podemos afrontar?
      – La idea que aparecen nuevos escenarios de aprendizaje también aparece de manera recurrente, supone tener que buscar alternativas quizás espacio-temporales de la educación ¿Cómo lo podemos hacer como profesionales? ¿Qué necesitamos para que sea posible?
      -La función docente la estáis dibujando como espacio de mediación entre el conocimiento y el alumnado, entre el entorno y el alumnado, entre la ciencia y el alumnado… Habláis de motivar, generar curiosidad… ¿Cómo podemos ayudar a construir el propio aprendizaje, a generar el propio itinerario ? ¿Qué necesitamos para hacerlo posible?
      – El tema convivencial y de los valores también lo destacáis, sin un clima adecuado es difícil generar situaciones y experiencias de aprendizaje. ¿Cómo podemos promoverlo? ¿El entorno social, cultural, mediático nos ayuda? ¿Cómo lo podemos hacer? ¿Que necesitaríamos?
      – Un apartado destacado son las características que vais describiendo para que la profesión pueda ejercerse con elementos de calidad. Destaca la necesidad de ilusión, la capacidad de diálogo, la confianza propia y hacia los demás, los valores propios y la coherencia porque ejercemos un modelaje. La ética y el compromiso ético aparecen como ejes prioritarios. ¿Cómo detectarlos ? ¿Cómo concienciar? ¿Cómo promoverlos? ¿Qué necesitaríamos?

      Podéis ver que he terminado el retorno con la misma pregunta. ¿Qué necesitamos? O sea qué condiciones serán las óptimas para que se pueda desarrollar este modelo educativo que estáis dibujando a partir de la profesionalidad.

      Muchas gracias por la riqueza de vuestras aportaciones, ¡el debate sigue, la palabra es vuestra!

    • #625
      Eduardo García
      Invitado

      En línea con lo ya dicho, creo que un buen profesional debe ser un facilitador de la investigación del alumnado (crear las condiciones favorecedoras de un aprendizaje significativo), pero al mismo tiempo debe ser también un investigador de su propia práctica (reflexión ligada a la acción), pues así podrá evalaur su práctica, reformularla, seguir aprendiendo y adaptarse a un mundo cambiante.

    • #657
      Rosa Miralles
      Invitado

      De acuerdo con todo lo dicho hasta el momento, me gustaría hacer referencia a la pregunta… qué se necesita para poder avanzar??? Sin duda mucha formación, reflexión, compromiso y voluntad de cambio.

    • #736
      Gontzal Urretxaga (bolunta)
      Invitado

      El primer compromiso que debe tener el profesional de la educación es con la persona (alumnado) y su desarrollo. Centrarse en la mejora de las personas con las que ejerce su profesión educativa, va a evitar que la labor se centre únicamente en el contenido, en la cantidad y calidad de conceptos que debe asimilar el alumno/alumna. Ello va a cambiar las metodologías y las relaciones que se dan en el aula; menos unidireccionales, más participativas, más cercanas.

      El profesional debe mirar al alumnado, no al contenido. Debe ponerse de frente al estudiante, no a la pizarra. Debe tratar de comprender, no saber. Debe de fijarse en el aprendizaje, no en lo aprendido. Debe saber motivar, no enseñar. Debe reconocer las diferencias, no la homogeneidad. Debe buscar la felicidad, no la aprobación. Debe mandar sugerencias, no normas. Debe pensar en futuro, no desde el pasado.

    • #756
      enrique arnanz villalta
      Invitado

      Se me ocurren de golpe varias cosas.
      1º. No podemos cargar sobre los docentes escolares las «responsabilidades absolutas» que normalmente se les otorga. Hay otros muchos y muy determinantes espacios educativos –además de la escuela–.
      Desde luego la familia…o es un espacio privilegiado de comunicación y educación, o se convierte en una fonda mejor o peor organizada. Lo que pasa es que muchos padres no asumen especiales responsablidades educativas sobre sus hijos –excepto las del control– porque como pareja, como padres…no tienen un proyecto educativo ni han hablado extensamente de esto… El proyecto educativo se reduce a seleccionar las extraesclares, analizar las evaluaciones y notas, ir a hablar con el tutor cuando este solicita su atención…, y nada mas. Muchos, muchisimos padres son unos «pasotas educativos»…, y esto es un problema.
      2º No podemos pedir a los educadores que sean «hombres 10 o mujeres 10». No tiene sentido. Pero si podemos desear y exigir que tengan capacidad de empatía y de emocionarse con los chicos; que les quieran, aunque a veces estén insoportables; que tengan claros las actitudes y valores cívicos en los que les quieren educar, preocupàndose por actualizar los contenidos y las metodologìas en las que deben trasmitir esos valores; que tengan capacidad de trabajar en equipo y de coordinarse con otros educadores, llevando a la práctica –y creyéndose– eso de «la comunidad educativa»–; que tengan capacidad para crear en los educandos sentido de identidad y pertenencia a un grupo, a un equipo de compañeros que tiene unos derechos y deberes que deben ser respetados, a una comunidad que crece en un espacio comùn y compartido y que crece precisamente por eso, porque se comparten, se «socializan» los saberes y los afectos y las historias.
      3-. Yo estoy muy agradecido a algunos profesores del colegio de mi hijo, y a los monitores de la escuela de Teatro Tritón… que le enseñaron a convivir con los demás y a habitar –y sentirse habitante– el mundo, dándose cuenta de que no puede ser feliz sin los demas, y que la felicidad está sobre todo en la relación de las personas con las personas.
      Tambien agradezco que varios de ellos, le hicieron darse cuenta de que él era un privilegiado por el entorno familiar, cultural, social y económico en el que habìa nacido y estaba creciendo…, y le dijeron con toda claridad que tenía una cierta obligaciòn ética y moral de devolver a la sociedad como don lo que habìa recibido como privilegio. Le enseñaron que el problema número uno del mundo es el impresionante abismo de desigualdad entre comunidades, naciones, estados,continentes…, y eso tambien tenia que ver con él…, y que no podía mirar para otro lado.

    • #778
      Juan Sánchez-Equipo Técnico F. Esplai-Madrid
      Invitado

      Quería compartir un artículo que aparece hoy en prensa, por si no lo habíais visto: «Más escuela, menos aula» La enseñanza se enfrenta a una nueva era de cambio acelerado y permanente. Los centros deben organizarse de forma diferente para adaptarse, del profesor Fernández Enguita que nos puede ayudar a seguir con este debate tan interesante.

    • #779
      Miguel García Aya
      Invitado

      Muchas gracias por la ayuda para estar aquí.
      Tarde pero con la ventaja de haber podido leeros.
      Dos cuestiones me gustaría destacar. La emocionalidad y la participación. Creo que van ligadas.
      En el recuerdo permanecen como más significativos los elementos relacionales con el profesorado, que los contenidos.
      Cualquier menor en un proceso de aprendizaje creo que necesita una cierta posibilidad de estar «libre de problemas», una cierta realidad familiar, la que sea, estable o a estabilizar. Una cierta «tranquilidad», una posibilidad de entorno favorable. de poder estar para aprender a ser de manera cómoda y productiva. El profesorado en su rol clave de educador debe generar esa comodidad en la institución educativa.
      Los entornos invitan a la participación activa o no. La formación siempre creo que es activa aunque sea en momento escucha.
      Construir un perfil ideal de educador no es difícil si lo adornados de cualidades. Pero creo que es clave la capacidad de relación para la ayuda. Una ayuda de acogida, aceptación, motivación, desde la percepción de los problemas del menor.
      La trasmisión de la información y el conocimiento puede que pase a un segundo plano desde el aprendizaje activo y las nuevas tecnologías. El desarrollo personal en cuanto a lo emocional y a lo relacional seguirá necesitando acompañamiento.

    • #786
      Raül Manzano Tovar – Barcelona
      Invitado

      El debate és muy interesante. La dimensión social i comunitaria que estamos dando a la profesión, el sentido que adquiere en el marco de un espacio colectivo que es centro, con un proyecto común, compartido y coherente. Este confort e identificación profesional es algo que puede ayudar al educador en su proceso de inclusión institucional, participación y desarrollo profesional. Se me ocurren algunas preguntas ¿Qué pueden hacer las instituciones educativas para fomentar este modelo profesional? ¿Qué formación se necesita en el acceso y desarrollo de la profesión? ¿Cabe mayor y mejor reconocimiento social? Podemos ir a la concreción de propuestas.

    • #787
      Lídia Cardona Gasa
      Invitado

      Totalmente de acuerdo con las aportaciones hechas hasta el momento.Creo que los maestros deberíamos entender la educación como verdadera ARTESANIA.
      -Dando tiempo a los procesos de aprendizaje. (A fuego lento).
      -Con una comunicación cálida, dialogante y positiva como fuente de crecimiento personal.
      -Ejerciendo un modelage positivo para el aprendizage.
      -Valorando la observación,la reflexión y el silencio.
      -Mostrando valor y coraje para actuar defendiendo valores de justiícia.
      -Creando verdaderos espacios de creatividad en entornos significativos.
      -Acogiendo, cuidando y estando abiertos a la diversidad.
      -Favoreciendo grupos interdependientes.
      -Mostrando coherencia, confianza y placer por nuestro trabajo.

      Más personas deberían creer en la función artesanal del maestro y seguramente cambiarían algunas cosas.

    • #789
      Joan Fuguet
      Invitado

      El principal compromiso que tienen los profesionales de la educación es faciltar el desarrollo personal de cada nuevo ciudadano, para que este se adapte a un entorno social aportando lo mejor de si mismo en la construcción de un modelo de vida ecológico donde su identidad viaje hacia una identidad colectiva como punto de partida para establecer unas nuevas reglas del juego, que den forma a un sistema de vida donde cada individuo tenga las máximas posibilidades de crecimiento físico, intelecyual i emocional.
      Todo esto passa por alejarse de unos currículos cerrados, centrados en los aprendizajes por contenidos y encaminados a ejercer un moldeado estandard de los ciudadadnos y que no permiten emerger las diferentes inteligencias y desarrollar las emociones.

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