5.- ¿Cómo habrá evolucionado la incidencia política dentro de unos 5 años?

[Enrique Arnanz. Presidente del patronato de Fundación Esplai. Madrid]

Te pedimos un ejercicio de atrevimiento para que nos respondas haciendo una prospectiva de futuro sobre el tema de la incidencia política y el Tercer Sector. Dentro de 5 o 7 años, ¿Crees que seguiremos hablando de esto? ¿En los mismos términos o diferentes? ¿La incidencia política se habrá convertido en acción política? Explícanos cuáles son tus ideas o intuiciones en este sentido.

[Marcos de Castro-Experto en economía social y solidaria. Ex presidente de Cepes-Madrid]

No sé si dentro de cinco años, quizá sea más tarde, pero si sé que el llamado «diálogo social» que centra todo el diálogo institucional con los poderes públicos y es protagonizado (de forma «celosa») por CEOE y sindicatos (CCOO y UGT) abrirá sus puertas a la sociedad civil y a otras formas de hace empresa (Economia social y solidaria, ESS), pues la problemática social no se refleja de manera global en los planteamientos de patronal y sindicatos.

Ello exigirá que los interlocutores de la sociedad civil (donde el TS vértebra las diversas inquietudes) deberán crear plataformas unitarias pues no podrán ocupar tanta pluralidad de sillas en las mesas del diálogo como es su propia pluralidad, igualmente lo deberá hacer la ESS.

A mi juicio el TS y la ESS se deberán integrar en una misma plataforma representativa, pues buscan el mismo modelo social aunque la acción sea distinta. Pero la diversidad de la acción no deberá nunca (aunque ahora ocurra lo contrario) distanciar ni diversificar planteamientos que buscan un modelo social basado en la equidad y cohesión social. No será fácil la construcción de ese modelo, pues los intereses dominantes se resistirán, pero será más difícil si la acción de TS y ESS se distancia y diferencia

[Rafael Lamata-Escuela animación C.Madrid]

2021 – 2023
La tendencia será la misma. Lo que estamos haciendo ahora es «la causa» de lo que ocurrirá entonces:
Una sociedad más polarizada. Falta de diálogo democrático. Crisis económica… El panorama es muy poco halagüeño.
Desde luego, las posibilidades de que se pueda dar una situación polítca más favorable, los cambios que se planteen, sólo se podrán generar desde las entidades del tercer sector (entidades sociales) o desde personas que se hayan desarrollado en ese contexto.
Desde mi punto de vista, un verdadero diálogo democrático, la sinceridad política, el compromiso con la realidad social son claves que se pueden aprender y desarrollar en los contextos de las organizaciones y entidades sociales.
Así que, mi opinión es que no hay señales de que «la incidencia política» desde el tercer sector afronte un panorama más favorable dentro de cinco o siete años, pero también creo que el lugar donde se podría generar un desarrollo real de la capacidad democrática de nuestro país será sólo desde ese tercer sector.

[Manel Rullo-Barcelona-Fundación Bancaria ”la Caixa”- Área Social – Programa Personas Mayores]

La evolución será claramente “descarada”, dónde hay prejuicios hoy en día, la necesidad, en el futuro, eliminará los prejuicios, y la incidencia política se convertirá en esencial para poder sobrevivir en una sociedad dónde lo débil o lo que se entiende como riesgo de exclusión social no tendrá más espacio que el que las entidades del tercer sector le sepan dar. Formará parte del día a día de las entidades la sensibilización, y será una parte del trabajo , en según que entidad colabores, dar a conocer el por qué, a quién, y de qué forma, se trabaja, con una clara intención de incidir políticamente para que “la opinión pública” no vea prescindible la función que ésa entidad se ha propuesta desarrollar. Atención , creo que la evaluación continua de las acciones y decisiones que se tomen para incidir políticamente deberá ser esencial.

[Pilar Álvarez Arroyo-C. Asesor F. Esplai-Madrid]

A través de los partidos políticos, como ocurre en toda democracia institucionalizada. Y ay de nosotros! si no lo está.
Otra cosa es que el TS sea una fuerza con mayor protagonismo capaz de incidir en las propuestas de los que se presentan par ser elegidos y se les haga ver que sólo respondiendo a las necesidades de cada vez más ciudadanos,y promoviendo una sociedad más justa y participativa, oyéndola, justifican su existencia y representan algo que tiene que ver con la realidad . En cuanto al Tercer Sector tampoco le vendría mal, aprender algo de técnicas de comunicación, radios locales, etc.,A ver si para dentro de cinco años hay en la red una TV , o un diario, o un mensual que difunda las ideas del TS

[Chus Lago-Miembro Patronato F. esplai-Vigo]

Pues francamente es muy difícil atreverse a imaginar como estará la cuestión dentro de 5 ó 7 años. Probablemente la sociedad seguirá organizándose en torno a intereses comunes y participando en todo aquello en lo que crea que puede aportar. Otra cuestión es la incidencia que esto pueda tener. En mi opinión, todo irá paralelo a las tendencias políticas, a la importancia que éstas le den a la participación social y a la opinión de la comunidad organizada, lo que estén dispuestos a recoger e incorporar a las políticas públicas. En este sentido y viendo por donde van los tiros, a nivel de país y a nivel europeo, pues no lo veo como muy positivo.

[Lorenzo Casellas- Grupo Cooperativo Tangente-Madrid]

No soy capaz de hacer ninguna previsión al respecto, pero aprovecho la intervención de Marcos para sumarme a la idea que expone:

«El TS y la ESS (Economía Social Solidaria) se deberán integrar en una misma plataforma representativa, pues buscan el mismo modelo social [basado en la equidad y cohesión social] aunque la acción sea distinta. […] No será fácil la construcción de ese modelo, pues los intereses dominantes se resistirán, pero será más difícil si la acción de TS y ESS se distancia y diferencia.»

No es la única alianza necesaria, pero se me antoja imprescindible.

[Antonio Llorente- LA RUECA Asociación]

Qué bueno es releer las aportaciones de mis antecesores escribanas. Los Partidos Políticos deben ser los vertebradores de las Políticas pero en la acción política aparecen y aparecerán actrices ya identificadas. Bien es verdad que la apropiación de espacios de interlocución , como «diálogo social» entre patronales y sindicatos es muy limitante y por tanto no optimizador de la inteligencia colectiva; FALTAN OTRAS. Y, como bien dice mi querido Marcos, el Tercer Sector y las ESS deben aproximarse en sus conceptualizaciones pues en sus propósitos convergen: no hay tanta posibilidad de «locus en la mesa» para tanto ego (iba a decir culo). De ahí dependerá la conformación del diálogo social/civil, de la gestión de los egos y la temida pérdida de identidad individual sublimada a la identidad colectiva y, por ende, colaborativa.

[Juan Antonio Segura Lucas. Fundación Cepaim]

La visión de la capacidad de incidencia política del Tercer Sector de acción social para los próximos cinco años, me lleva a presuponer la capacidad de articulación del sector para alcanzar un nivel de reconocimiento que nos permita mejorar el actual escenario de diálogo civil con un Ministerio, para avanzar hacia la consideración como agente social, conjuntamente con las empresas y los sindicatos, participando en la planificación de las políticas públicas desde los principios de la gobernanza democrática.

Habremos desarrollado la Ley del Tercer Sector de acción social a nivel estatal, contando con leyes autonómicas y con mesas de dialogo civil articuladas en cada comunidad Autónoma.

Se habrán incluido en nuestro marco constitucional los derechos sociales como derechos subjetivos de la ciudadanía, dotándonos de una Ley marco de Servicios Sociales a nivel estatal.

Se habrán aprobado nuevas leyes de servicios sociales en comunidades autónomas en las que no se han renovado en los últimos 10 años.

Habremos avanzado en las alianzas estratégicas entre el mundo de la economía social, la economía solidaria y el tercer sector de acción social, consiguiendo el reconocimiento que aporta esta alianza estratégica en términos de PIB, de generación de empleo y de apuesta por el territorio y la cohesión social, unificando las dos caras del tercer sector.

Habremos fortalecido el proceso de articulación del tercer sector a nivel estatal y autonómico, eliminando duplicidades y clarificando funciones.

Se podrá contar con mecanismos de financiación de las políticas sociales que permitan su consolidación y el trabajo sobre procesos de intervención con resultados a medio y largo plazo, que tengan como centralidad a las personas y los territorios, evitando la sectorialización en las intervenciones. Siendo capaces de haber articulado desde el tercer sector de acción social un sistema que garantice la continuidad de la asignación tributaria del IRPF, su consolidación y ampliación, integrando la mirada estatal y la territorial.

El tercer sector contará con un fuerte reconocimiento social en relación con que es, lo que hace y el valor de lo que hace, habiendo sido capaces de abrir espacios de interlocución estables con diversos actores sociales, sindicatos, partidos políticos, movimientos sociales, empresas, universidades, etc.

[Santiago González-Asociación Diversidades-Vigo]

Desde mi punto de vista, el diálogo social no se abrirá fácilmente a la participación de TSAS. Los sindicatos y las patronales seguirán haciendo valer su rol constitucional. Cuestión diferente es que se articulen nuevos espacios institucionales de participación, lo cual resulta muy probable. Y si esos espacios resultan verdaderamente representativos, lo cual es dudoso cuando no improbable, a la vista de los resultados de las formas institucionalizadas de representación en ayuntamientos y comunidades autónomas. Cuando no existe una agenda pública, compartida mediante medios de comunicación social y auditada por una base social amplia, esas formas complementarias de diálogo civil tienen escaso eco en la sociedad y en la agenda política.
Otra cuestión sobre la que considero oportuno reflexionar es la convergencia entre los movimientos sociales, el Tercer Sector y las fuerzas políticas, en especial las de izquierdas. En este momento existe una cierta necesidad de legitimación de la política a través de las organizaciones de la sociedad civil. Esa dinámica introduce algunos equívocos que con el tiempo tenderán a aminorar. Porque está consolidándose un nuevo paradigma social con mayor desigualdad y precariedad. Ya no se trata de una crisis, se trata de la emergencia de un modelo distanciado de Estado de Bienestar clásico. En ese nuevo escenario, la militancia política tendrá un rol diferenciado del de las organizaciones de Tercer Sector en su función de incidencia política.

[Julio Alguacil-activista social. Profesor de sociología UC3]

Es difícil saber hacia donde vamos, son tiempos de crisis compleja, multidimensional, multicausal, que pareciese apuntar a un agotamiento del modelo neoliberal, y que con la resiliencia nos puede ayudar a reorientar o, por el contrario, nos puede llevar a caer en la barbarie más absoluta, en el colapso del sistema que anuncian cada vez más científicos sociales. Estamos en una encrucijada de caminos y quizá en el inicio de una transición`, muy incierta. Aunque la experiencia nos indica que cada salto en el incremento de la desigualdad llega para quedarse largo tiempo, y, en consecuencia, la exclusión social y la pobreza persistirá por décadas, en la peor de las hipótesis. Cabe preguntarse si es posible optar por el camino de la ciudadanía, de los derechos humanos, de una revolución ciudadana donde el tercer sector de acción social es llamado a ser un actor político relevante. Desde el 15M podemos reconocer un punto de inflexión que ha significado la repolitización de buena parte de los jóvenes, desde donde han florecido miles de pequeñas iniciativas comunitarias, solidarias, de autoayuda, de autoconsumo, autogestionadas, alternativas…. nuevas iniciativas de «transición», de resiliencia, informales, muy invisibilizadas, pero que están haciendo de puente entre las redes sociales de orden primario (familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo) y las asociaciones y entidades sociales. En ese sentido el tercer sector de acción social está avocado a defender, motivar y promocionar estas nuevas estructuras híbridas haciendo de interlocutores con las instituciones, incidiendo políticamente en el empoderamiento de la gente

[Tomás R. Villasante_profesor jubilado de la UCM y miembro de la Red CIMAS]

Pues la evolución puede ser hacia varias posturas diferentes según las conveniencias de las entidades. Las habrá que sigan dependiendo de las subvenciones de banca y partidos, y tendrán una postura más ambigua, diciendo una cosa y haciendo otra por ejemplo.
Pero también habrá, siguiendo las tendencias de los indignado/as y de las mareas, quienes vayamos construyendo un campo propio, con cierta autonomía, hacia un Tercer sistema pro-común, capaz de creando unos espacios más libres y auto o co-gestionados según las circunstancias y los tamaños. La lucha no va a dar una tendencia clara sino varios caminos entrecruzados, donde habrá que hacer alianzas (conjuntos de acción) para temas concretos, que desborden las opresiones de los de arriba, y desenmascaren a los que no les gustaría definirse.

[Autor]

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