En un mundo cada vez más digitalizado, la alfabetización digital se ha convertido en una necesidad crucial, no solo para los jóvenes, sino también para las personas mayores.
La brecha digital es una realidad palpable que afecta a las personas mayores, quienes a menudo carecen de las habilidades necesarias para navegar en un entorno digital. Este aislamiento digital puede llevar a una mayor sensación de soledad y exclusión social. “Pasarela Digital” pretende cerrar esta brecha, proporcionando a los mayores las herramientas y conocimientos necesarios para desenvolverse en el mundo digital. Pretende ser un puente que conecte a las personas mayores con el mundo.
A través de los talleres que imparto, los participantes y las participantes no solo aprenden a usar el teléfono, sino que creamos un espacio de escucha, de confidencias. Les damos una razón para que salgan de casa, conozcan a más personas, se sientan útiles, sepan dónde acudir en caso de que tengan dudas, se vuelvan independientes digitalmente. Les creamos un espacio seguro donde no se sienten solos ni solas.
Son numerosos y numerosas los y las participantes que consideran “Pasarela Digital” como un espacio de aprendizaje y socialización. Personas mayores de Málaga, Vélez-Málaga (Málaga), Villanueva de Algaidas (Málaga), Córdoba, Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba), Cádiz y Huétor Vega (Granada), han podido disfrutar de esta experiencia de aprendizaje y yo he disfrutado y sigo disfrutando enormemente de ellas. Pues es un aprendizaje bidireccional, mientras que todos ellos y todas ellas aprenden a usar un teléfono móvil, yo tengo la suerte de aprovechar esos momentos para aprender lecciones de vida, admirarlos a cada uno y a cada una por la historia que tienen tras de sí.
Numerosos participantes del proyecto nos comparten sus historias de éxito y son una prueba del bien que estamos haciendo. Por ejemplo, Victoria, de 72 años, comenta: “Estamos necesitados de más información en telefonía. A los mayores y a los no tan mayores. Hay muchas cosas por aprender. Muchas gracias a Fundación Esplai y a la monitora”. O Miguel, de 81 años, que mientras que aprendía a utilizar Facebook y Google Lens, me compartía lugares donde comer bien rico en la zona.
Mirando hacia el futuro, es esencial continuar expandiendo proyectos como este. La tecnología avanza rápidamente, y es vital que las personas mayores no se queden atrás. Iniciativas continuas y el apoyo de la comunidad son fundamentales para asegurar que todos y todas, independientemente de la edad, podamos disfrutar de los beneficios del mundo digital.