Durante el año 2024, Fundación Esplai dinamiza el Debate del Tercer Sector entorno al tema de la «Innovación Social y el Tercer Sector». Hemos entrevistado a diferentes personas expertas que nos aportan su visión y propuestas sobre diferentes aspectos relacionados con este tema, poniendo el foco en el liderazgo juvenil, el voluntariado, el trabajo en red y la transformación digital.
Lorena Silvestri. Fundadora .jes y diseñadora de experiencias de aprendizaje. Diseña formaciones, experiencias y programas de aprendizaje en entornos educativos formales y no formales. Combina el aprendizaje experiencial como pedagogía, el emprendimiento como actitud y la innovación como metodología. Ha formado a miles de personas para transformar su entorno a través de proyectos con impacto positivo. Ha diseñado programas para BBVA, Coca-Cola, Impact Hub Madrid, Ashoka, Universidad Europea, International Baccalaureate o Colegios del Mundo Unido.
¿Qué metodologías consideras más efectivas para fomentar la innovación social en el trabajo que desarrollan las organizaciones del Tercer Sector?
Las mejores metodologías son las que le funcionan mejor a tu equipo y que responden al objetivo o fase en la que estás. Normalmente no es una metodología sino varias combinadas.
Las metodologías hay que hackearlas, manosearlas, contextualizarlas. En nuestra organización hemos creado el Proceso Changemaker, nuestra versión de muchas metodologías conocidas, hechas a nuestra manera y que usamos para diseñar todos nuestros proyectos y enseñar a otras personas.
Dicho esto, las metodologías que ponen el foco en el usuario/a o beneficiario/a y nos permiten colaborar para mí, son clave.
El Design Thinking o Pensamiento de Diseño en Español (DT por sus siglas en inglés) permite crear productos y servicios poniendo en el centro del proceso de diseño al usuario. La clave está en un profundo proceso de escucha y empatía, para crear soluciones que funcionan para problemas que realmente existen en la vida de las personas.
El Tercer Sector sirve para diseñar soluciones para los problemas de las personas, comunidades y el planeta centrándonos en el usuario final. Eso significa reconocer que la solución a los problemas emana de quienes lo sufren y no del conocimiento de un técnico de proyectos en su escritorio. De hecho, la solución viene del trabajo conjunto entre ambos.
El Business Model Canvas (BMC) también me parece crucial. Te permite pensar el trabajo de una entidad social desde la perspectiva de negocio: qué valor le brindo a mis usuarios/beneficiarios, cuánto me cuesta hacerlo y quién me pagará por ello. De un solo vistazo podemos ver cómo hacer sostenible nuestro trabajo de impacto. Nos ayuda a pasar de depender de fondos públicos y donaciones, a organizaciones creativas con modelos de negocio híbridos.
¿Puedes compartir algunos ejemplos de proyectos innovadores exitosos que hayan tenido un impacto significativo en el ámbito social y que haya involucrado el liderazgo juvenil?
El primero que me viene a la mente es TEDxYouthMadrid, activo durante 10 años. Un evento de divulgación de conocimiento dónde sólo jóvenes de menos de 20 años subían al escenario a compartir sus ideas y los voluntarios y voluntarias iban desde los 4 años hasta los 60. Unas 3 mil personas asistieron a las charla en vivo y los videos de las ideas de los jóvenes aúnan cientos de miles de visualizaciones. Se pueden ver videos de la última edición aquí.
Desde mi organización .jes tenemos decenas de ejemplos en los que hemos replicado fórmulas de éxito como es el caso de Ford Impulsando Sueños. Un programa de Voluntariado corporativo de Ford Fund España, coordinado por AIPC Pandora donde los jóvenes crean proyectos de impacto social con nuestra metodología Proceso Changemaker. En 5 años han pasado 2.370 jóvenes creando 300 proyectos sobre salud mental, bullying, integración, tercera edad o medio ambiente. Apoyados por sus centros educativos y más de 260 voluntarios.
Finalmente me gustaría compartir una experiencia fuera de España, del Programa Agentes de Cambio. Un programa co-curricular para bachillerato en el colegio UWC Costa Rica que lleva funcionando desde 2014, misma metodología Proceso Changemaker pero un detalle. Los facilitadores del proceso son los propios alumnos, un año mayores.
¿Cuáles serían los elementos, las características principales que los definen como innovadores?
Lo principal es que en el centro de cada uno de esos proyectos están las ideas de los jóvenes. Todo el programa se construye para que sus ideas puedan aflorar, ser compartidas y llevadas a la acción. Y no cualquier idea, sino ideas que mejoran su comunidad para que se reconozcan como agentes de cambio.
Para ello el programa debe ser experiencial, fuera de cuatro paredes y contextualizado a la vida de los jóvenes y su realidad. Y el rol de los adultos se debe deconstruir para convertirnos en facilitadores de sus procesos. En todos estos casos se redefine el vínculo del joven con el poder, y los adultos y las instituciones nos convertimos en aliadas de su aprendizaje y sus ideas.
Lo último es transferir el conocimiento dejando capacidades instaladas para que el proyecto continúe con o sin nosotros. Que un proyecto de acción social dure en el tiempo es una señal de éxito.
¿Cómo crees que podríamos mejorar la capacitación y el desarrollo de habilidades necesarias para liderar proyectos de innovación social, especialmente entre las personas más jóvenes?
Creando espacios donde pueda hacer innovación social. La innovación social es una forma de hacer, por lo que debemos habilitar recursos y espacios donde probar, equivocarnos y seguir aprendiendo sin miedo.
Esta parte del miedo es fundamental, no podemos hacer innovación social si queremos tener la respuesta perfecta asegurada. Un proceso de innovación por definición, no sabes a dónde te va a llevar.
En las entidades educativas, introducir metodologías de innovación en el trabajo por proyectos tanto para profes como para alumnado. Mejor si hacen proyectos juntos.
En las entidades sociales elegir una metodología (o más) y probarla para ir incorporando aquello que funciona y modificando o descartando lo que no. Y hacerlo siempre colaborando con otros agentes de su entorno: los usuarios y usuarias, proveedores, entidades aliadas. Que se trabaje de forma abierta y colaborativa, eso lo cambia todo.
Para aprender en profundidad y sus herramientas invertir en talleres y cursos, hay cientos, muchos de ellos gratuitos, en formato online y presenciales con entidades como Acumen, Ashoka y hasta .jes.