El pasado 3 de octubre de 2024, se celebró en Málaga el “II Encuentro de Soledad no Deseada en la Era Digital”, una cita que congregó a más de 80 participantes de forma presencial entre personas mayores, representantes de entidades sociales y expertos en el ámbito de la inclusión digital, y más de 50 personas en streaming. Este evento no solo ofreció un espacio para el diálogo y la reflexión, sino que también permitió visibilizar los retos y oportunidades que enfrentan las personas mayores en una sociedad cada vez más digitalizada.

Siguiendo la estela del primer encuentro, celebrado en Vigo en 2023, la edición llevada a cabo en Málaga puso en evidencia la urgencia de abordar la soledad no deseada y la exclusión digital que afecta gravemente a este colectivo. Como bien señala la Comisión Europea, aproximadamente el 44% de los ciudadanos de la Unión Europea de entre 65 y 74 años nunca ha utilizado Internet. Este dato subraya la importancia de eventos como este.

La jornada se destacó por la participación activa de las personas mayores, quienes no solo compartieron sus experiencias, sino que también fueron protagonistas de las distintas ponencias, mesas redondas y talleres. El evento fue inaugurado por Nuria Valls, directora general de Fundación Esplai, quien resaltó la necesidad de iniciativas que fomenten la alfabetización digital en las personas mayores, un tema que se abordó en profundidad a lo largo de la jornada.

Ponencias y debates: hacia una mayor inclusión digital

El evento continuó con la ponencia “Alfabetización digital para el envejecimiento activo”, presentada por Ramón Tirado y Ana Duarte, de la Universidad de Huelva. Los ponentes destacaron cómo el acceso y uso adecuado de las TIC puede ser un instrumento poderoso para fomentar la autonomía y el envejecimiento activo en la tercera edad. Estudios recientes han demostrado que el uso de tecnologías digitales no solo mejora la calidad de vida de los mayores, sino que también contribuye a reducir la sensación de aislamiento y soledad. Sin embargo, tal como se discutió, la alfabetización digital debe ser inclusiva y adaptada a las necesidades específicas de este grupo.

A continuación, la mesa redonda titulada “Crear comunidad para romper brechas digitales” reunió a destacados expertos como Inmaculada Ruíz, presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas, y Sergio Cañizares, trabajador social de la Universidad de Málaga. En este espacio se abordaron los obstáculos que las personas mayores enfrentan en su interacción con la tecnología. Sergio Cañizares presentó el innovador programa de alojamiento compartido entre estudiantes universitarios y personas mayores, un ejemplo de cómo el contacto intergeneracional puede ayudar a reducir tanto la brecha digital y fomentar las relaciones intergeneracionales.

Además, la participante Charo López, de la Asociación DYAR, aportó su experiencia sobre cómo las TIC pueden ser una herramienta para tejer redes de apoyo y compañía, destacando la importancia de una transición digital acompañada, especialmente para aquellos que no están familiarizados con estas herramientas.

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Taller Fotovoz: narrativas sobre la experiencia digital

Después de un descanso, se realizó el taller Fotovoz, titulado “Miradas digitales: narrativas sobre nuestra experiencia con la tecnología”. Esta actividad permitió a las personas mayores expresar, a través de imágenes, sus vivencias y emociones en torno al uso de las TIC. Este tipo de ejercicios son fundamentales para comprender desde una perspectiva cualitativa cómo se vive la digitalización dentro de este colectivo. Como señala el sociólogo Manuel Castells, las TIC pueden actuar como un puente hacia una mayor integración social si se diseñan programas inclusivos y accesibles.

Conclusiones y propuestas: hacia una digitalización inclusiva.

El encuentro dejó claro que, si bien las TIC representan una gran oportunidad para mejorar la calidad de vida y la autonomía de las personas mayores, aún existen barreras significativas. La digitalización de los trámites administrativos y servicios públicos, por ejemplo, sigue siendo una fuente de ansiedad para muchos, debido al desconocimiento y la falta de formación en competencias digitales. Según el INE (Instituto Nacional de Estadística), en España, más del 60% de las personas mayores de 65 años no son usuarios regulares de Internet, lo que subraya la necesidad de una intervención estructural que garantice que la transición hacia lo digital sea inclusiva y accesible.

En el espacio final de conclusiones, surgieron propuestas clave para avanzar en la inclusión digital de las personas mayores. Entre ellas, la necesidad de que las administraciones y empresas ofrezcan formación accesible para este colectivo y que se mantengan vías de atención presencial para quienes aún no dominan las herramientas digitales. Como apuntó uno de los participantes, «la clave no es obligar a las personas mayores a adaptarse rápidamente, sino acompañarlas en ese proceso, proporcionándoles las herramientas necesarias para que la transición sea efectiva y no generadora de frustración».

Este evento ha sido posible gracias al proyecto “TIC y Mayores”, financiado por el Ministerio de Asuntos Sociales, Consumo y Agenda 2030; y gracias al proyecto “Pasarela Digital: Talleres TIC para personas mayores”, financiado por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía. Además, ha contado con la colaboración de la Diputación Provincial de Málaga y La Noria, en la cesión de espacios para llevar a cabo el evento.

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