Han pasado unas semanas desde que asistí a un acto en Madrid organizado por Fundación Telefónica, en el que se trató el tema de la brecha digital en las personas mayores. Durante este tiempo he podido repensar todo lo visto y oído y me gustaría compartirlo, no sin antes aclarar que es mi opinión y que en ningún caso pretendo crear polémica o discusión sino todo lo contrario: reflexión y diálogo.

Complejidad administrativa

Para iniciar, un tema: me llamó la atención la larga y compleja “red de distribución” que tienen las ayudas/subvenciones hasta que llegan al usuario del curso de capacitación, en este caso concreto las personas mayores que realizan cursos para adquirir competencias en nuevas tecnologías. El inicio es el Gobierno/Ministerio correspondiente que abre el concurso para presentar propuestas, que serán estudiadas y posteriormente aprobadas o no. Más por lo que yo entendí, en todo el proceso intervienen según sea la Comunidad un largo conjunto de administraciones, a saber: Delegaciones del Gobierno, Diputaciones, Consejos Comarcales, Ayuntamientos y posiblemente alguna más que desconozco.

La reflexión es clara y concreta: ¿por qué el Gobierno mantiene modelos estructurales de 1900? ¿Cuántas personas perciben un salario por la gestión de estas u otras ayudas/ subvenciones? ¿Por qué no hace como la iniciativa privada, que busca permanentemente la eficiencia y eficacia es sus redes de distribución optimizando el coste y el mejor servicio al cliente, en este caso el ciudadano?

Un problema que persiste

Otra cuestión que me llama poderosamente la atención es la facilidad con la que se dan cifras de personas beneficiarias. Uno dice 40.000 personas, el siguiente 21.000 y el de más allá 90.000 personas. Con los años que estos programas de apoyo a las personas mayores están en marcha y con estos impactos, el problema no debería existir o sería residual. Mi experiencia personal es totalmente la contraria.

Pero lo que realmente me hace desconectar es cuando hace su aparición la palabra vana, la retórica de lo correcto, la demagogia y se cita, por ejemplo, la Carta de los Derechos Digitales, en ese momento yo pienso que se la lean a la Banca que expulsó de sus oficinas a las personas mayores o a la Administración con la “cita previa” como si todo ciudadano tuviera equipo, conexión y competencias para llevarla a buen término.

“Perlas” para el recuerdo

Comparto algunos tópicos que surgieron y que me hacen pensar si esas frases vacías son exclusivas para las personas mayores.

  • Las plataformas deben adaptarse a las diferentes capacidades.
  • Debe ser formación continua.
  • Humanización de los servicios digitales.
  • La tecnología al servicio de la persona y no al contrario.

¿Por qué la obsesión de centrar en las personas mayores las carencias de una sociedad que no sabe resolver sus problemas?

¿Por qué en estas jornadas no se plantea el tema de la motivación del colectivo, como si los y las mayores no fueran personas con emociones? En la sociedad actual existen infinidad de mensajes motivadores en el ámbito del consumo. ¿Por qué no hay campañas de motivación dirigidas a las personas mayores para que se sumen al mundo digital? Un ejemplo de lo anterior es como rápidamente millones de personas mayores se han sumado al uso del móvil. ¿Por qué? Sencillamente han encontrado su motivación para hacer el esfuerzo así poder recibir fotos de sus nietos/as, hablar con familiares/amistades o compartir aficiones, por ejemplo

Animo a quien corresponda a que tras estructurar una sólida red de centros de formación en todo el territorio incluida la España vaciada y un programa de capacitación de diferentes niveles, inicie una campaña de motivación en todos los medios dirigida a las personas que lo precisen incluidas las personas de mayor edad.

Sin prisa, pero sin pausa

Existe un tema del que poco o casi nada se habla y es el siguiente: el INE estima que en el 2050 la población en España será de 50 millones de personas y de estas el 30 % serán mayores de 65 años.

Por tanto, no es exagerado decir que dentro de 25 años los mayores de 65 años podrán superar fácilmente los 15 millones de personas y debe tenerse en cuenta el aumento de la esperanza de vida lo cual aumentará esta cifra.

Creo que el Gobierno tendría que ir estructurando la creación del Ministerio de la Experiencia y Sabiduría que debería ser el responsable de llevar a cabo todas las acciones, así como dar cobertura a las necesidades de este importante colectivo. Tengo muy claras las razones. Una de las más importantes es simplemente su número: 1/3 de la población creo merece un tratamiento específico. Entre otras cosas por su peso en votos en las elecciones.

Finalmente, me permito ofrecer un par de ideas: al frente del Ministerio deberá estar una persona mayor de 65 años, así como en toda su cúpula de directores generales. En contrapartida, el grueso de funcionarios/as deberán ser jóvenes muy competentes en tecnología digital.

Y como siempre: “NO PERDAIS NUNCA LA AMBICION DE SABER”

Jesús Yustos

Puedes acceder a la grabación de la jornada organizada por Fundación Telefónica en Youtube.

¡SÍGUENOS!

Suscríbete a nuestro boletín

Este campo es un campo de validación y debe quedar sin cambios.
Política de confidencialidad(Obligatorio)

Somos Fundación Esplai

Fundación Esplai Ciudadanía Comprometida somos una entidad sin ánimo de lucro que tiene como misión promover el empoderamiento ciudadano y su compromiso con la mejora de la sociedad, desde la perspectiva de los derechos, la inclusión y la transformación, y con una especial dedicación a la juventud. Todo ello mediante la intervención social comunitaria, la acción socioeducativa y la inclusión en el ámbito de las tecnologías de información y la comunicación, trabajando en red con el Tercer Sector y con el resto de agentes sociales.